LA AVARICIA DE SORAYA

Epílogo

 

Pasados cinco años, Soraya seguía viviendo en la mansión que heredó de José, con todos los sirvientes que había, decidió no despedir a ninguno ya que en realidad la hacían falta, Soraya ya no podía casi ni moverse, pasó por varios tratamientos que en realidad ninguno la hizo efecto (se sentía como una cobaya de experimento), pensaba que sí, que en parte el dinero que heredó sí la servía, pero no para disfrutarlo sino para pagar todas las ayudas que estaba recibiendo por la gente que antes no había respetado, no podía hacer nada, solo ponerse en manos de los médicos. Estaba ya cansada, y se dio cuenta de que en realidad sí que no se podía hacer nada, realmente estaba muerta en vida, postrada en su cama y con expectativas de que su enfermedad fuera a más, ni todo el dinero del mundo la podría ayudar, así debía vivir, confundida estuvo durante toda su vida, y recordaba a José, del cual se puede decir que se aprovechó.

 

 

Fin

 

 

Peris

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