Que difícil me resulta confesarme.
La dispersión geográfica de mi pueblo me lo impide hacerlo.
No encuentro sacerdote para poder desembuchar.
Quizás una aplicación me podría ayudar.
Pues un cura lo acaba de inventar.
Y cuyo nombre me gustaría ignorar.
Porque parece que se quiere copiar.
En diciembre del año pasado empezó a funcionar.
Solo un capellán en la aplicación se puede encontrar.
Si su sede para revelar estuviera en la capital.
Estos jaleos no serian igual.
Ni gasolina tendría que gastar.
La verdad es que personalmente me da igual.
Por qué ateo soy y no me pretendía declarar.
Gasto con migo no tendrá.
Ni siquiera te voy a llamar.
Que la aplicación te valla fenomenal.
No te deseo ningún mal.
PERIS
Uy Peris, si empiezo a largar sobre maldades escritas y pensamientos heterodoxos salgo de la iglesia directo a la picota. Un abrazo.
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Jajajja… La verdad que esto de las aplicaciones está pasao… Hasta confesiones. ¿Y como sé que es un cura y no un enfermo sexual? Ah, ah….Nope… Nada de confesiones app. Besos, Peris. Mejor me confieso contigo.
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Ok
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🙂
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Comencé a leer y creí queAA querías confesarte.. ¡Ja,ja,ja! Hay que confesarse a sí mismo nomás y ya veremos si nos absolvemos, ¿verdad?
¡Un abrazo!
YO NO ME ACERCO A UN CURA PARA NAD
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